Área Profesional Professional Area Professionnel Fachpersonal
REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

El Patrimonio de la Humanidad más extenso del mundo

Puente Romano

Callejea por el inmenso centro histórico de Córdoba. Investiga los monumentos, los rincones y los famosos patios de esta antigua ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.

Rodéate de historia. Apasiónate con el pasado de la antigua ciudad de Córdoba.

Revivir el pasado de Córdoba puede dar para mucho. Si sientes pasión por la historia y el arte prepárate para una segunda visita. Su herencia como antigua capital romana y como Califato de Córdoba le mereció ser nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1984 por su casco antiguo. Date un paseo por sus calles y empieza a contagiarte de su pasado.

Primera visita imprescindible: la Mezquita-Catedral, el monumento de legado islámico más relevante de todo occidente. Los amantes de la arquitectura disfrutarán con la mezcla de estilos en los que se construyó. Se puede distinguir el gótico, el renacentista y el barroco. Por una parte, puedes relajarte contemplando el jardín y el alminar en el patio con pórticos, pero no olvides visitar la zona interior de columnas y arcadas.

Siguen los monumentos. El Alcázar de los Reyes Cristianos, la antigua fortaleza, es otra parada a tener en cuenta. Los observadores seguirán viendo esa mezcla entre tres estilos arquitectónicos. Aquí puedes maravillarte con la belleza de sus patios, la densidad de los jardines o los baños árabes.

Para completar esta ruta histórica te queda mucho por ver. El antiguo Hospital de San Sebastián, la sinagoga, la Casa de Sefarad, los Molinos de Guadalquivir, las Caballerizas Reales y algunas iglesias fernandinas.

Puerta del Puente

En Córdoba puedes revivir un pasado aún más lejano que el medieval. El Puente Romano construido durante el siglo I a.C. y la Puerta del Puente. Al final del puente se encuentra la Torre de Calahorra, fortaleza de origen islámico que protegía la entrada y la salida a la ciudad.

Piérdete por las calles de Córdoba. Explora los patios y los mejores rincones de la ciudad.

Y aún queda callejeo para rato. Vivir la esencia de Córdoba es perderse entre las calles, entretenerse en algún rincón de vez en cuando y seguir el camino. La calleja de las Flores es uno de los clásicos para ver, el nombre no engaña, balcones a reventar de flores. Por esta zona es importante dejarse llevar e ir descubriendo sin prisas.

La mayoría de restaurantes de la zona ofrecen tapeo y cocina tradicional. Bodegas Mezquita Corregidor, delante del monumento que le da nombre, o la Casa Pepe de la Judería son algunos de los muchos sitios donde comer y tomar algo típico de la provincia, como un flamenquín cordobés o un plato de berenjenas con miel de caña.

Flamenquín, Restaurante Casa Pepe de la Judería

Más motivos para volver a Córdoba: los patios particulares. Algunos abiertos y otros no, los patios cordobeses siempre despiertan fascinación por su belleza y por estar extremadamente cuidados por sus dueños. Verlos todos se convierte en una especie de juego por la ciudad.

La ciudad deja las expectativas altas, pero aún puedes rizar el rizo. Presenciar el atardecer al lado de la Torre de Calahorra, en la hierba o desde el Puente Romano, es una fantástica forma de exprimir los últimos segundos de luz.

El Patrimonio de la Humanidad más extenso del mundo
Córdoba (Córdoba)