Axarquía es una palabra de origen árabe que hace referencia a la situación hacia el Este de un lugar y que en la provincia de Málaga ha pervivido como denominación de su comarca más oriental.

En su paisaje, muy accidentado por la cercanía de la cordillera Penibética al mar, siguen siendo importantes los viñedos, aunque los nuevos cultivos subtropicales y el impacto del turismo han provocado modificaciones económicas y urbanísticas, sobre todo en la franja litoral.

A medida que nos adentramos hacia el interior encontramos pequeños pueblos que han conservado en su arquitectura popular huellas de la presencia musulmana (no en vano la reconquista de esta zona no se produjo hasta finales del siglo XV). Hay un predominio de emplazamientos en ladera, donde el caserío, de poca altura, se adapta a la topografía del terreno, con calles escalonadas, de trazado sinuoso y con curiosas soluciones en esquina.

Los arquillos que atraviesan las calles, los pasadizos que unen las plantas altas de las viviendas y los paramentos enjalbegados, componen su filosofía urbana más característica. Merece la pena visitar alguno de los cementerios de la comarca, como el de Sayalonga, y detenerse en los secaderos de pasas o paseros de Cómpeta.