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REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

Granada, capital de la Memoria de Manuel de Falla

Manuel de Falla

Los mejores veinte años de su vida creativa los vivió en Granada. Su carmen era punto clave de reunión para la vida cultural granadina.

Manuel de Falla (Cádiz, 1876 - Alta Gracia, Argentina, 1946).

Músico de altura

Compositor. Nacido en una familia de la burguesía gaditana, que habitaba un edificio de la Plaza de Mina, impartirá sus primeros conciertos en su ciudad natal. Afincado en París a partir de 1907, allí se relaciona con Claude Debussy, Maurice Ravel, Dukas y el propio Albéniz. Adscrito definitivamente a un estilo personal que se relaciona con el nacionalismo folclorista pasado por la escuela francesa, asume temas, melodías, ritmos y giros andaluces o castellanos, pero también investiga en fórmulas musicales y teatrales poco conocidas como el teatro de marionetas. Hipocondríaco y solitario, se establece en un carmen de Granada, ciudad en la que en 1922, organiza junto a Federico García Lorca el Concurso de Cante Jondo cuyo primer premio recaerá en El Tenazas, pero que dará a conocer a un jovencísimo Manolo Caracol. Aunque apoya inicialmente a la Segunda República, por su acentuado catolicismo se muestra en desacuerdo con los saqueos de algunas iglesias. Sin embargo, tampoco se sentirá identificado con el alzamiento franquista, sobre todo tras el asesinato en Granada de su joven amigo Federico García Lorca.

Manuel de Falla

A pesar de su nacimiento en Cádiz, en donde se ha ido recobrando el alcance local de su figura, Granada se convierte en la capital de su memoria. Junto a la Casa Museo y a la Fundación que lleva su nombre, el Archivo Falla, integrado en el edificio del Auditorio Manuel de Falla, conserva allí buena parte de su biblioteca; libros y partituras con acotaciones que forman parte de su universo personal.

"La música”, dejó escrito Manuel de Falla, "es el arte más joven. No hacemos sino comenzar”.

Casa Museo de Manuel de Falla

Granada, su "pequeño París"

Los detalles más íntimos de la vida del compositor están al alcance de quienes lo deseen, gracias a las visitas guiadas que organiza el Centro Cultural Manuel de Falla en la casa museo del músico, situada en la cuesta que lleva a la Alhambra, en el paseo de los Mártires, donde vivió durante 17 años, de 1922 a 1936.

La fascinación de Falla por Granada, a la que llamaba "mi pequeño París" por el ambiente intelectual que se respiraba en la ciudad andaluza en aquella época, le llevó a fijar en ella su residencia, desde su regreso de la capital francesa hasta que estalló la Guerra Civil y se exilió en Argentina.

Fue en Granada donde compuso algunas de sus obras más sublimes, como Amor brujo (1914-1915), y donde nació su pasión por el flamenco y más concretamente por el cante jondo, que recuperó del olvido con el certamen que organizó, junto a su gran amigo Federico García Lorca en la Plaza de los Aljibes de La Alhambra en 1922.

La visita guiada a la casa de Falla en Granada permite descubrir algunos de los aspectos más desconocidos de su vida íntima, como su hipocondría, que le llevó a inundar su residencia con los más variados remedios y ungüentos.

Entre ellos, destaca una silla de madera, apostada a la entrada de la casa, a la que hizo colocar unas ruedas en la base de sus patas, por si enfermaba.

Un minúsculo habitáculo, de medio metro de altura, sirvió en varias ocasiones de refugio al compositor, que desde su casa escuchaba los disparos procedentes del Cementerio de Granada, donde se llevaron a cabo múltiples ejecuciones al inicio de la Guerra Civil.

Plaza de los Aljibes de la Alhambra

Relación con Lorca

La amistad que Falla y Lorca mantuvieron tiene aún su reflejo en la casa, donde se conserva un salterio, instrumento que data de la Edad Media consistente en una caja de madera alargada provista de varias cuerdas, así como un tapiz que unas monjas de Madrid regalaron a Falla.

Este último se exhibe en una sala donde Lorca solía pasar largas horas cuando iba a visitar a Falla, e incluye motivos que posteriormente se convertirían en lorquianos e ilustrarían gran parte de su obra, como sus recurrentes imágenes de mujeres o las populares "granadas” o medias lunas.

En el salón se guarda el piano del músico, que la casa-museo sólo dejar tocar a aquellos turistas que sepan tocar el instrumento, junto al cual se sitúa la mesa alrededor de la cual Falla se reunía con sus amigos y grandes intelectuales de la época, como Lorca, Ignacio Zuloaga, Juan Ramón Jiménez, Hermenegildo Lanz o Maurice Ravel, que permaneció en casa de Falla en algunas de sus visitas a España.

Campo del Príncipe de Granada

A los pies de La Alhambra: el Realejo.

De los bosques de La Alhambra, se baja al Campo del Príncipe por la calle Antequeruela. En cuya acera, bajando, de la izquierda se halla el carmen que fuera de Manuel de Falla, hoy casa-museo. Recodo de la calle abajo, la iglesia de San Cecilio, donde el maestro pulsara el órgano en la misa vespertina.

Justo al pie de la Alhambra, el Realejo, antiguo barrio judío, es hoy uno de los más populares y animados de Granada y conserva la huella multicultural de siglos de historia. Una buena opción es recorrerlo tras la visita a la Alhambra.

Bajando la Cuesta del Realejo, más escalera que calle, se llega directamente al corazón del barrio.

Carmen de los Mártires - Granada

El Carmen de los Mártires, atesora uno de los jardines más románticos de Granada y los amantes de la poesía se admirarán al descubrir que bajo uno de sus árboles escribió San Juan de la Cruz los versos de La noche oscura del alma.

También hay que detenerse en la impresionante mole rojiza de Torres Bermejas, una antiquísima fortaleza que ya era vieja cuando se construyó la Alhambra, evoca un pasado de caballeros y defensas heroicas. En la misma zona se encuentra el carmen de la Fundación Rodríguez Acosta, edificio-estudio y jardines ideados por el pintor a principios del siglo XX.

  

Paseo 1: El Realejo, antiguo barrio judío de Granada. Entrando desde la plaza Isabel la Católica dirección calle Pavaneras, continúa hasta llegar al campo del Príncipe. Allí además podréis encontrar al Cristo de los Favores, de gran arraigo popular. También podrás disfrutar del convento de las Carmelitas Descalzas, la casa de los Tiros, la fundación Rodríguez Acosta y el Cuarto Real de Santo Domingo, llamado antes Palacio de Almanxarra, es una de las escasas muestras que se conservan de la arquitectura residencial granadina de la época nazarí. Se puede visitar el jardín que rodea al edificio, y que hace ocho siglos era ya un verdadero pulmón de verdor y frescura en el bullicioso barrio del Realejo.

 

Paseo 2: Comenzando el paseo hacia el centro, la Placeta de la Puerta del Sol, un bonito mirador que conserva su viejo lavadero. El centro del Realejo lo constituye el Campo del Príncipe, una gran plaza presidida por el Cristo de los Favores, imagen muy venerada y con fama de milagrosa en la ciudad. Las terrazas de sus muchos bares y restaurantes se ven siempre rebosantes, sobre todo en las noches calurosas, de grupos y familias enteras que disfrutan de los sabores típicos de la cocina local y de un ambiente relajado y popular.

En los alrededores del Campo del Príncipe se concentran algunos de los templos y conventos más interesantes de Granada: la Iglesia de Santo Domingo. También vale una visita el Convento de las Comendadoras de Santiago, el más antiguo de la ciudad, bien para admirar su hermoso retablo barroco o bien para caer en la tentación... de los exquisitos dulces que preparan y venden las monjas.

Granada, capital de la Memoria de Manuel de Falla
Calle Antequeruela Alta - Paseo de los Mártires, 11. 18009. Granada (Granada)