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REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

La ciudad fortificada de Cádiz: Castillos, Baluartes y Torres Miradores

Muralla Cádiz

En el siglo XVIII llegó a Cádiz una oportunidad de oro, pues la ciudad marinera le tomó a Sevilla el relevo del monopolio del comercio de Indias y pasó a convertirse en el epicentro de los negocios y del trasiego de mercancías. El dinero contante y sonante resuena por sus calles, como aquellos duros antiguos del famoso tanguillo que tiene su origen precisamente en esta época. La ciudad ve florecer su sistema socioeconómico y obliga a defenderla de los amigos de lo ajeno. Es entonces cuando Cádiz, rodeada de mar y susceptible de ser atacada por piratas y corsarios, desarrolla todo el sistema de fortificación defensiva que hoy día dibuja una ruta sobresaliente, de obligada visita.

Para conocer los castillos y baluartes de Cádiz, hay que rodear el corazón de la ciudad partiendo de Puerta Tierra donde, según dicen coloquialmente sus vecinos, nace el Cádiz-Cádiz. Comenzamos nuestro recorrido por las Murallas de San Carlos, una puerta del siglo XVIII que se conserva bastante bien a pesar de los embates y derribos que ha sufrido. Las murallas son un balcón privilegiado desde donde contemplar el mar y también la Alameda Apodaca. Hierro forjado, cerámica, balaustradas y farolas que conforman una obra de arte en sí mismas, entremezclándose en perfecta armonía frente al mar. Por su belleza, no debe extrañar que este lugar se haya convertido en uno de los más concurridos de la ciudad y sitio de tradicional enamoramiento desde hace siglos.

Puertas de Tierra

A escasa distancia encontramos el Baluarte de la Candelaria, actualmente reconvertido en un centro que acoge exposiciones y conciertos. Se construyó en 1672 para mejorar la protección del frente occidental de la ciudad, entre las fortificaciones de La Caleta y la Batería de San Felipe, que junto al de Santa Catalina, en la vecina ciudad del Puerto de Santa María, defendían la entrada de la Bahía.

Playa de la Caleta. Cádiz

La siguiente parada es en el Castillo de Santa Catalina, alcázar que parece adentrarse en el mar para defender a ultranza la ciudad. Fortaleza de principios del siglo XVII, se ubica junto a la famosa Playa de la Caleta, lugar de veneración para los gaditanos que confiesan literalmente morir por ella. En el centro de la playa, y mirando al mar, no te pierdas un edificio singular, el antiguo balneario de la Palma y sede actual del Centro Andaluz de Arqueología Subacuática. Adentrándose también en las aguas del Atlántico, en el vértice opuesto de la Caleta, avistamos el Castillo de San Sebastián. Antigua fortaleza del siglo XVII, tomó su nombre de una capilla anterior (1457) construida por los marineros de un barco veneciano. El navío había obtenido permiso para detenerse en el lugar y curar la peste que afectaba a la tripulación.

Castillo de Santa Catalina

El poderío experimentado por la ciudad gracias al monopolio marítimo de las Indias occidentales, favoreció que los grandes mercaderes de la época construyeran altas torres en el interior de sus casas-palacio. Además de suponer una señal de distinción social y económica, las torres les permitían controlar la entrada y salida de sus barcos del puerto.

Por otra parte, y desde la lejanía, la capitanía del buque podía identificar la casa de los mercaderes y enviar las señales pertinentes en relación con su carga.

Castillo de Santa Catalina

Hoy día se conservan muchas de estas torres, más de 130, dibujando un perfil pintoresco sobre el cielo de la ciudad. Algunas de ellas han sido convertidas en viviendas para disfrute de sus privilegiados propietarios, pero otras son de acceso público. Desde las alturas podrás imaginar cómo era poner tus esperanzas en el horizonte, en el regreso de tus barcos, que venían cargados de riquezas desde el otro lado del mundo conocido.

Panorámicas

Algunas de las torres mirador son bastante singulares. Así sucede en la calle José del Toro, donde se encuentra la única de planta octogonal: "La Bella Escondida", llamada así porque no se puede ver desde la rúa. No menos emblemática es la Torre Tavira. Situada en el centro de la ciudad, es considerada torre vigía oficial del puerto de Cádiz por ser la más alta de la ciudad, 45 metros sobre el nivel del mar. 

En el lugar, no puedes marcharte sin subir a su cámara oscura y observar cómo gira todo alrededor de la ciudad de Cádiz: su cielo, su mar, su gente…

Panorámicas
La ciudad fortificada de Cádiz: Castillos, Baluartes y Torres Miradores