Historia

El origen del actual núcleo urbano en el que se asienta el actual municipio de Mollina data de 1575, cuando se reparten entre colonos venidos de otros lugares unas tierras pertenecientes al Cabildo de Antequera. Ya en el siglo XIX, y en aplicación de la Constitución de 1812 que establecí­a que los pueblos de más de 1.000 habitantes debí­an tener Ayuntamiento propio, se segrega de la jurisdicción de Antequera, constituyéndose en municipio independiente.
En las últimas décadas del siglo XX, y gracias, sobre todo, a la actividad de una próspera industria vitiviní­cola (que se ampara en la denominación "Tierras de Mollina"), el municipio goza de un perí­odo de desarrollo económico notable.
No obstante, la historia en el término municipal se remonta a perí­odos muy lejanos. En la Sierra de la Camorra, en las cuevas de Las Goteras y en la de La Higuera han aparecido restos arqueológicos del Neolí­tico, en la de Los Porqueros se han encontrado también pinturas rupestres pertenecientes a esta época.
En el paraje de Santillán, en el cortijo de La Capuchina, se localizan dos importantes muestras de la dominación romana: un mausoleo-templete, y los restos del castillo del Capiruzón, fortificación con torres en las esquinas que podrí­a fecharse en el siglo III.