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REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

Quesada guarda el legado de Rafael Zabaleta

Rafael Zabaleta

Alcanza la universalidad sin apenas salir de Quesada, trascendiendo lo local mediante su personal realismo expresionista, dando una particular visión del paisaje andaluz y de su gente.

Rafael Zabaleta (Quesada, Jaén, 1907-1960).


Maestro de la técnica

Rafael Zabaleta es uno de los grandes pintores del arte español de todos los tiempos, a la altura de genios como Velázquez, Goya o Pablo Picasso. Su grandeza no sólo reside en sus cuadros, de una maestría técnica rara vez apreciable en el arte, sino también en su forma de alcanzar la universalidad sin apenas salir de Quesada, trascendiendo lo local mediante la fuerza expresiva y esplendente de sus cuadros. Aún en vida, Rafael Zabaleta tiene tantos admiradores como el otro gran gigante de la pintura coetáneo a él, Pablo Ruiz Picasso, quien también sabe apreciar la personal visión del universo rural del pintor jiennense.

Rafael Zabaleta

En 1935 realiza su primer viaje a París, ciudad que siempre visita temporalmente, nunca para quedarse, pues él siempre volvía a Quesada. No obstante, en la capital gala conoce a Picasso, Manuel Ángeles Ortiz o Vázquez Díaz y le permite conocer las vanguardias, sobre todo la obra de Van Gogh y Cezanne, que le influyen de forma poderosa.

En 1949, cuando en España ya es un pintor consagrado, Zabaleta vuelve a viajar a París. Visita a Picasso en su taller y le regala uno de los dibujos de una de sus obras emblema, Los sueños. El malagueño le agradece su visita con una litografía de su hija Maya y un libro dedicado. En 1951 expone en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid 27 óleos y 34 dibujos y el Ayuntamiento de Quesada le nombra Hijo Predilecto.

Fallece el 24 de junio de 1960 en Quesada a consecuencia de un infarto cerebral. Dona la mayor parte de su obra a la villa de Quesada, lo que permite años después la creación del Museo Zabaleta, que alberga una colección con más de cien obras del pintor.

Quesada

Museo Zabaleta

Quesada es uno de los pueblos más bellos e históricos del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Su caserío se arracima en torno a un cerro dominante, donde las calles y plazoletas presentan la fisonomía curva y abigarrada del medioevo. Rafael Zabaleta fue su gran pintor y el museo que acoge su obra una visita irrenunciable.

El Museo que acoge la obra de Rafael Zabaleta está situado en la plaza de Cesáreo Aguilera y atesorará más de mil obras, tanto suyas como de sus famosos amigos. Entre ellas destacan dibujos de Picasso y serigrafías de Miró, autógrafos de Eugenio D'Ors y lienzos de Gutiérrez Solana. Asimismo, destacan las obras de Rafael Canogart, Guinovart, Benjamín Palencia, Antoni Tàpies, Joán Miró y José Luis Verdes, que mantuvo con Quesada una relación fecunda. Asimismo, la sala de Amigos de Zabaleta se compone de recuerdos y escritos de Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Camilo José Cela y Gaya Nuño.

El Museo Zabaleta también acoge otro espacio museístico de gran interés cultural, el Museo Miguel Hernández / Josefina Manresa, que custodia y difunde el importante legado del poeta universal, la obra y la figura de Miguel Hernández y su mujer Josefina Manresa.

Museo Rafael Zabaleta

Quesada: Villa histórica

La plaza de la Constitución es el centro urbano de Quesada. El ayuntamiento, de estilo neoclásico, preside la plaza, al lado de casas de estilos modernista y regionalista. La cuesta de San Juan desciende hasta el arco de los Santos, puerta de entrada al barrio medieval.

El arco apuntado con dovelas y jambas guarda en su cara interior una estela funeraria romana consagrada a la sacerdotisa Caia Rufina. Otra de las puertas de entrada al barrio viejo es el arco de la Manquita de Utrera, de origen visigodo. El barrio está cicatrizado por calles blancas con viviendas de arquitectura tradicional cuyas fachadas están decoradas con macetas, flores y arriates.

Uno de los rincones más típicos es la calle Sin Salida. Las calles altas del barrio viejo conducen hasta la plaza donde se alza la iglesia de San Pedro y San Pablo, un templo del siglo XVIII de planta de cruz latina. El exterior está muy reformado, aunque la portada principal aún guarda forma adintelada de ladrillo y base de cantería. Por dentro, el templo está repartido en tres naves, la central más alta y ancha, comunicada con las interiores mediante arcos que descansan en pilastras de orden toscano. El altar mayor y las capillas del templo guardan imágenes de cierta evocación barroca.

Arco de los Santos - Quesada

El mirador de Zabaleta

De la plaza de la Lonja, donde toma asiento el templo mayor de Quesada, parte una callejuela que deriva en el mirador de Zabaleta, conocido antes como mirador de Camilo José Cela, que a mediados del pasado siglo XX paseó y escribió sobre el pueblo. Desde este mirador se advierte la ancha campiña olivarera que se abre hacia las comarcas de La Loma y Las Villas.

Es necesario bajar hasta la ciudad baja para visitar la iglesia del Hospital de la Purísima Concepción, un templo de una sola nave tachonada por una bóveda de medio cañón y con un retablo barroco que acoge el camarín de la Virgen. Tanto la iglesia de San Pedro y San Pablo como la del Hospital abren sus puertas al culto a partir de las seis de la tarde.

Iglesia de San Pedro y San Pablo de Quesada

Villa Romana de Bruñel

A sólo siete kilómetros de Quesada, en dirección a Cazorla, se halla la puerta de entrada a la villa romana de Bruñel. Lo más notable de aquella casa rural son los mosaicos que conserva en torno a un patio central.

De la etapa musulmana destaca el Castillo de Tíscar, que por su altura y por la solidez de su fortificación debió de servir como baluarte defensivo. Sólo se puede acceder a él por dos puntos distantes entre sí y por senderos muy estrechos. De la fortaleza se conserva la Torre del Homenaje y el recinto del Patio de armas.

Independiente del castillo se encuentra la Atalaya de don Enrique, torreón cilíndrico situado entre Quesada y el Santuario o Ermita de la Virgen de Tíscar, fundada a finales del Siglo XV. Esta alberga a la Virgen de Tíscar, que es la patrona de Quesada. En su honor se celebra una multitudinaria romería el primer domingo de septiembre. Su imagen es llevada a Quesada el primer domingo de mayo, entre la expectación fervorosa de los quesadeños que salen a recibirla en la entrada al pueblo. El día 29 de agosto retorna a su santuario. Al lado del castillo se encuentra la Cueva del Agua, verdadero monumento natural que cuenta con una impresionante cascada en su interior (salvo los veranos muy secos). La leyenda sitúa en esta cueva la aparición de la Virgen de Tíscar, patrona de Quesada, al rey de Tíscar, Mohamed Abdón, en el siglo XIV.

Santuario de la Virgen de Tíscar

Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas

El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas impresiona al visitante por su relieve escarpado de media montaña. Paredes rocosas de gran altura se entremezclan con profundos valles y frondosos bosques de pinos. Entre sus picos destacan el de Empanadas y Cabañas con más de 2.000 metros de altitud, siendo el del Yelmo uno de los más frecuentados para la práctica del vuelo libre.

El agua es otro de los elementos protagonistas de este espacio natural, el de mayor superficie protegida de España con sus 209.920 hectáreas. La extensa red hidrográfica existente permite no sólo disfrutar de una gran variedad de flora y fauna, sino también realizar numerosas actividades: un paseo en barca por el embalse del Tranco, senderismo junto al río Borosa o conocer los nacimientos del Guadalquivir y el Segura o el salto de agua de Chorro Gil son sólo algunas de las posibilidades.

El río Guadalquivir es uno de los símbolos de la región andaluza. Su nacimiento se ubica en el municipio de Quesada. Para disfrutar de sus primeros kilómetros de vida, debe dirigirse a la pista Puente de las Herrerías un camino que transcurre en paralelo al río y donde además disfrutará de los bosques de pinos laricios, típicos del lugar, y del vuelo de aves como el halcón. Es aconsejable llevarse unos prismáticos.

Nacimiento del río Guadalquivir

Este espacio natural es conocido además por su tradición cinegética. El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es algo más que naturaleza. El paso de civilizaciones tan dispares como la íbera, romana o árabe han dejado una huella en sus poblaciones que no hay que dejar de visitar. Destacan las plazas y callejones de Cazorla, municipio escoltado por la sierra de los Halcones, el castillo de la Iruela, la necrópolis ibérica de Toya en Peal de Becerro y la villa romana de Bruñel.

También, el senderismo está ampliamente extendido pues el Parque cuenta con más de 50 itinerarios que permiten conocer la diversidad de paisajes que caracterizan a estas sierras. Entre ellos, destaca el sendero del Río Borosa que discurre junto al bello cauce del primer afluente de importancia del Guadalquivir. Los visitantes más aventureros podrán practicar la escalada, contando para ello con varias vías abiertas, especialmente en la zona de Riogazas (Cazorla). El rafting en el río Guadalquivir o el descenso de barrancos en la Cerrada del Utrero son otras de las actividades más solicitadas en verano y ofrecen espectaculares panorámicas del río y sus cortados. Por último, en la mayor parte de las pistas forestales abiertas puede practicarse el cicloturismo y alcanzar, por ejemplo, los nacimientos de los ríos Guadalquivir o Segura o recorrer los Campos de Hernán Perea.

Quesada guarda el legado de Rafael Zabaleta
Plaza Cesáreo Rodríguez Aguilera, 5. 23480. Quesada (Jaén)