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REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

Diego Velázquez de Sevilla

27/09/2023
Diego Velázquez

Diego Velázquez, conocido como El Sevillano, es parte esencial de la ciudad que lo vio nacer, Sevilla lugares unidos a su vida es una forma de adentrarse en la Sevilla oculta y silenciosa, donde el arte en toda su extensión embarga al paseante.

Diego Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660) el mejor pintor que dio Andalucía

El Personaje

Cuando nace Velázquez Sevilla es la ciudad más importante de España. Estudió y practicó el arte de la pintura en su ciudad natal hasta cumplir los veinticuatro años, cuando se trasladó con su familia a Madrid y entró a servir al rey desde entonces hasta su muerte en 1660. Gran parte de su obra iba destinada a las colecciones reales y pasó luego al Prado, donde se conserva. La mayoría de los cuadros pintados en Sevilla, en cambio, ha ido a parar a colecciones extranjeras, sobre todo a partir del siglo XIX.

Diego Velázquez

Entre conventos e iglesias

Vivió su niñez y dio sus primeros pasos como pintor en el casco histórico de Sevilla, rodeado de antiguas mezquitas, nuevas iglesias, conventos, plazas y plazuelas donde captaba personajes para sus primeros bocetos y pinturas en el taller de Francisco Pacheco, su mentor y suegro. El artista busca las estampas de la vida cotidiana para sus cuadros, que nos permiten reconstruir el día a día de Sevilla en la primera mitad del siglo XVII, como Tres hombres a la mesa (1618), Los Músicos (1619) o La vieja friendo huevos (1618).

La Catedral de Sevilla

El barrio popular que se asoma a la plaza de San Marcos se convierte en lugar de sus correrías y por la calle Alfafa ya se encuentran ruidosas tascas y mesones que, siglos más tarde, aún es necesario visitar para gratificar el cuerpo y darse algunos homenajes. Seguro que el joven Velázquez también lo haría. Pero si se quiere alimentar el espíritu, el Palacio de las Dueñas, de la Casa de Alba, apeadero durante siglos del arte y la cultura sevillana. Entre iglesias y conventos discurre la vida del joven Diego que, posiblemente, veía pasar a la realeza en fastos carruajes por la calle Real, actual calle San Luis, hacia el Alcázar y la Catedral, con parada en el arco de la Macarena y mirada no lejana al Palacio de las Cinco Llagas, actual sede del Parlamento de Andalucía.

La Macarena

Ya en la juventud, Diego Velázquez conoce y vive la vida pueblerina de la Alameda de Hércules, con personajes populares que serían llevados a sus cuadros. Sevilla era la ciudad más importante de España, con una población de 150.000 almas y en la que latía el corazón de Europa; hervidero de artistas y truhanes, de aventureros y vividores, todos ellos a la sombra de los galeones cargados de oro y plata que llegaban a puerto en el Guadalquivir desde las Indias. Cuatro nuevos lienzos marcan su vida antes de marcharse a la corte del rey Felipe IV, El retrato de un hombre maduro, Los borrachos, Dos jóvenes a la mesa y El aguador de Sevilla.

Río Guadalquivir y Torre del Oro

Parada y fonda

Por Sierpes y Tetuán se adentra el paseante en el corazón de la historia de Sevilla y por calle Velázquez se topa con La Campana, parada y fonda para los amantes de la palabra, del trago reposado y la tapita para recuperar fuerzas después de haber transitado por lugares que también conocía el joven Velázquez, como la calle Trajano, donde aprendió acoger la paleta en el taller de Pacheco.

La Campana

Hay escenarios que marcan la vida de Velázquez, como la plaza de San Francisco, la más antigua de la ciudad, la plaza del Salvador, lugar de encuentro y mentidero de gran animación, hasta llegar a San Isidoro, para descender hacia la Alfafa y saborear, sin prisas, toda la historia de Sevilla pegada en iglesias, conventos y palacios como la Casa de Pilatos, obligada cita para artistas e intelectuales. Y es necesario recrearse en aquellos lugares que estarán siempre en los recuerdos de Velázquez, como la iglesia de San Esteban, donde se guardan pinturas de su gran amigo Zurbarán. O recorrer la judería por el barrio de Santa Cruz, hasta llegar a los Reales Alcázares, donde Velázquez fue testigo de la dirección de obras a cargo del italiano Vermondo Resta.

Dice la historia que Diego Velázquez pasaba días enteros admirando las obras que había en la Catedral ya que era, y es, un inmenso, valioso y extraordinario museo por las obras allí almacenadas. Y de sus escarceos amorosos por el entonces puerto de Indias, con la Torre del Oro, hoy paseo junto al Guadalquivir, con la plaza de toros Real Maestranza, las antiguas atarazanas, pegadas al teatro de la Maestranza y dos barrios de tronío que almacenan el espíritu de Sevilla, el Arenal de los muelles y Triana.

Torre del Oro

Lugares velazqueños

 

Paseo 1: (Infancia)

Plaza San Pedro - Santa Catalina - San Marcos - Santa Isabel - Santa Paula - San Luis - Barrio Macarena - Barrio de Feria.

 

Paseo 2: (Primeros bocetos)

Sierpes - Tetuán - Velázquez - La Campana - Plaza del Duque - Trajano - Alameda de Hércules - San Lorenzo  - Museo de Bellas Artes (Velázquez, Murillo, Zurbarán).

 

Paseo 3: (Aprendizaje)

Plaza San Francisco - Plaza del Salvador - San Isidoro - Alfalfa - Casa Pilatos - Judería - Alcázar- Catedral- Iglesia del Sagrario- Torre del Oro y Atarazanas - Arenal y los muelles - Triana.

La Giralda

Tapas: Arte culinario

La vieja fríe dos huevos y tiene tanta fuerza que dan ganas de saborearlos, o beber agua del aguador, con el gran cántaro iluminado. Y para los amantes del beber, la obra Dos jóvenes a la mesa anima a acercarse hasta la pícara cara de Baco. En algunas de las obras del joven Velázquez está presente la fuerte y recia cocina del siglo XVII. Ahora son otros tiempos y si bien en la cocina sevillana hay platos contundentes, priman las nuevas formas, con una cocina a pie de calle, con las tapas que se han convertido en un arte culinario, cada vez más apetecible, con el Barrio de Santa Cruz y Triana como cita obligada para quienes gustan de la barra en tabernas clásicas, con siglos de historia. Hay que recorrer lugares míticos para darse un festival como la plaza de El Salvador y todo lo que rodea a Alfafa o calles aledañas a la plaza de toros de La Maestranza, en el barrio del Arenal.  

Diego Velázquez de Sevilla
Calle Siérpes. C.P. 41001.