San Fernando y el Templo de Melkart de Sancti Petri
El templo fenicio en honor a Melkart (Hércules) fusiona historia y leyenda hasta tal punto, que es difícil disociar la una de la otra. Según las crónicas del momento, parece ser que estuvo ubicado en la isla de Sancti Petri, cuyo castillo (siglos XVI-XVIII) es visitable mediante excursión en barco. Los historiadores clásicos afirmaban que Hércules está enterrado bajo ese templo, que ante sus piedras tanto Aníbal como Julio César suplicaron favores o que el apóstol Santiago lo visitó para erradicar el paganismo.
Construido en el siglo XII a.C. y, según dejó por escrito el político y poeta Silio Itálico en el siglo I a. C., en la fachada del Templo de Hércules se representaban los 12 trabajos del héroe, labrados en bronce. En su altar ardía un fuego perpetuo bajo vigilancia de sus sacerdotes. En este sentido, el geógrafo e historiador griego Estrabón describió, en ese mismo siglo, que los navegantes celebraban allí sus sacrificios para tener buena singladura. Además, según el historiador latino Pomponio Mela, en el templo estaba enterrado Hércules.
Las fuentes clásicas nos informan también de los muchos personajes históricos que lo visitaron. En este sentido, el historiador romano Tito Livio nos dice que el general Aníbal arribó a la isla para ofrecer sus votos antes de emprender la conquista de Italia. Además, en este santuario, el militar y político Julio César tuvo un sueño que le predecía el dominio del mundo.
La existencia del templo la confirman diferentes textos árabes y bienes arqueológicos, como la aparición de una estatua de un emperador romano de gran tamaño, una estatuilla de bronce de la Fama dirigiendo una cuadriga y una gran estatua toracata (con coraza) de bronce. Estas piezas se encuentran en el Museo de Cádiz, visita tan ineludible como el conjunto de enclaves arqueológicos que dan forma a la ‘Cádiz tartésica y romana’: Columbarios, Factoría de Salazones, Teatro Romano, Castillo de Doña Blanca…
Para algunos eruditos, el Apóstol Santiago desembarcó en el lugar para erradicar el culto pagano del templo y consagrarlo a San Pedro, hecho del que derivaría el nombre actual de la isla: Sancti Petri. Lo que sí es una gran verdad, es que la puesta de sol frente a la isla es todo un espectáculo, un instante donde historia, magia y naturaleza se funden en un único mito. ¡Quizás sea cierto que el dios-héroe descansa allí!
