Área Profesional Professional Area Professionnel Fachpersonal
REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

Espeleología en el Complejo del Hundidero-Gato

Hundidero-Gato

Adentrarse en el Complejo Hundidero-Gato, en pleno Parque Natural Sierra de Grazalema, es como protagonizar una desafiante inmersión en las profundidades de la tierra. Un viaje épico digno de exploradores de otras épocas. En realidad, ambas cuevas conforman un único sistema subterráneo con más de 4 kilómetros de recorrido, en donde naturaleza, historia y espeleología rezuman a cada paso. Por todo ello, este enclave se ha convertido en una de las cavidades míticas en el mundo de la espeleología española.

El protagonista de todo esto es el río Gaduares que, tras sumergirse en la garganta del Hundidero (Montejaque), horada la sierra de Algarrobo para ver de nuevo la luz en la boca de la Cueva del Gato (Benaoján) y derramar sus aguas a las del río Guadiaro. En su interior queda un verdadero laberinto de galerías de más de 10 km de extensión. Formaciones calcáreas y espeleotemas que despiertan la imaginación, lagos enormes y salas en las que podrías estar una eternidad sin sentir el paso del tiempo. En ocasiones, el rumor del agua rompe el silencio y se transforma en torrentes que han modelado cavidades de hasta 70 metros de altura, como la Sala de las Dunas o el Cabo de las Tormentas, que emergen como catedrales en medio de tan fascinante recorrido.

Cueva del hundidero

Esta aventura no es solo una incursión de espeleología, también es un viaje en el tiempo, geológico e histórico. Se trata de una regresión al pasado para conectar con los hombres de la prehistoria que habitaron estas cuevas, pero también con los viajeros románticos del siglo XIX, que se adentraron en su interior armados con muchos anhelos y pocos medios. 

Charco frío

Pero este lugar oculta otras muchas sorpresas. Pues, como diría Sir Francis Carter en 1760, aunque erróneamente, en su interior quedaban restos de un templo dedicado a los dioses infernales. Era una manera de expresar que la mano del hombre siempre estuvo presente aquí, intentando de forma atrevida doblegar a la naturaleza. Así sucedió en la década de 1920, cuando se levantó una presa de hormigón, una titánica construcción que tuvo que ser abandonada después de corroborar que no existía fuerza humana, a pesar de los repetidos intentos, que lograra retener el agua en este entorno kárstico. 

Cueva del Hundidero

La cueva sobrevivió a este feroz zarpazo, aunque no sin consecuencias, y hoy día es posible adentrarse en este impresionante mundo subterráneo y seguir sintiendo la abrumadora fuerza de la naturaleza. Pero, con el respeto que merece este frágil, pero poderoso monumento natural, y la propia actividad espeleológica, que requiere de conocimientos, equipos y permisos especiales, solo debe practicarse en compañía de personas cualificadas.

BENAOJAN

Por otra parte, el complejo acoge una de las mayores colonias de ‘murciélago de cueva’ presentes en Europa, junto con otras especies endémicas de invertebrados. Por todo eso, recuerda, su protección es lo primero.

Espeleología en el Complejo del Hundidero-Gato
Benaoján.