El cerro que corona el "Castillo de Alcalá" se salva mediante un túnel, el único que atraviesa Los Acores y que nos transporta a la plaza y fuente llamadas de "El Perejil". Continuaríamos el recorrido por las explanadas donde estuvieron la desaparecidaestación y convento de "San Francisco". El río Guadaíra, siempre anuestra derecha, jalonado de numerosos molinos harineros.
En su discurrir hacia la aldea de "Gandul", dejamos a un lado elreformatorio "San Francisco de Paula", testimonio de una época dondeprosperaron en Alcalá importantes construcciones de estilo regionalista. En lontananza, el Castillo de Marchenilla. Más cercanos, los nuevemolinos del arroyo del mismo nombre, hoy abandonados, transformados odesaparecidos.
Al llegar a la estación de la aldea de Gandul, en ruinas, divisamos lo srestos de la posada donde se alojó Washington Irving, en su divulgadoviaje a Granada. Anejo, un antiguo molino de aceite, en igual estado deconservación.
Antes de dejar el término de Alcalá de Guadaíra se atraviesa uno de los pocos palmares de Andalucía; una necrópolis dolménica; una ciudad romana situada en "La Mesa" y todo presidido por el baluarte de "El Toruño",atalaya de la muralla que protegió un poblado de la época del Bronce. Después de dejar atrás la vaguada denominada "Cañada Honda", donde aún se conserva una fuente romana, entramos en el término municipal de Mairena del Alcor, y en otro tramo de la vía que finaliza en Carmona, no menos importante y en igual estado de abandonado.