Existe un lugar en la Sierra de Huelva donde los cuentos más legendarios parecen cobrar vida, un mágico paisaje que se enclava entre formidables árboles centenarios. Las poblaciones de Fuenteheridos y Castaño del Robledo, por Galaroza, localizadas en pleno Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, quedan unidas por una de las rutas más bonitas y cautivadoras de la provincia, la que discurre por el Bosque Encantado.
Los meses de otoño se postulan como idóneos para visitar este fantástico paisaje de castaños y pinos. Tonos amarillos, verdes y anaranjados se mezclan ofreciendo un auténtico espectáculo que merece la pena contemplar. Las hojas secas y los frutos caídos salpican y adornan el suelo como si de una alfombra natural se tratara. ¡Huele a lluvia! Y la luz se filtra a través de las copas de los árboles y hechiza a todo aquel que se anime a descubrir este lugar. ¡Atrévete y camina!

Transitar por este sendero de no más de cinco kilómetros, nos permite entrar en un ambiente mágico, donde leyendas de tiempos remotos cobran vida y dan rienda suelta a nuestra imaginación. El rumor de las aguas del río Múrtigas, también conocido como Ribera del Jabugo, nos acompaña a lo largo del viaje como insinuante poeta y banda sonora.
Cabe destacar que el sendero se encuentra tematizado. Algunos árboles cuentan con placas y letreros, con nombres grabados, que hacen referencia a las populares historias de los hermanos Grimm, Disney, Calleja o Harry Potter. ¿El responsable? Rodolfo Recio, director del Museo del Léxico de Fuenteheridos. ¡Anota, no dejes de visitarlo!
De escasa dificultad y relieve, el camino es perfecto para todos los públicos, tanto senderistas principiantes como experimentados, puedan disfrutar de un agradable paseo. Además, cuenta con la ventaja de poder recorrerse también a caballo o bicicleta, lo que proporciona un toque especial a la ruta. El trayecto puede complementarse con una parada en el precioso pueblo de Castaño del Robledo.

Visitar el Bosque Encantado es una excusa perfecta para animarse a descubrir la magia de la naturaleza. Una excursión que encandilará a grandes y pequeños por igual. Por cierto, desconfía de la tranquilidad que se respira en el ‘claro de los gnomos’. ¡Avisado quedas!
