Estamos rodeados de olivos, en la quietud y la paz de un paisaje interior, pero muy vivo. ¿Conoces el campo y la montaña de Jaén? Aquí encontrarás establecimientos gay friendly en distintos enclaves. Y una gran ruta histórica.

Sembrado de reservas naturales importantísimas, el binomio “Jaén turismo” tiene un lado interior que atrae a turistas de toda condición cada año, sea cual sea la estación. La comunidad LGBTI no es una excepción, de ahí que nos acerquemos a hoteles gay friendly localizados en lugares maravillosos para hacer turismo rural: pequeñas aldeas como la de El Cerezo (en el municipio de Santiago-Pontones), la inevitable Úbeda, o La Guardia de Jaén, en las inmediaciones de Sierra Mágina. Pero antes, detengámonos en la impresionante Ruta de los Castillos: un paseo por la historia, el relato de nuestros antiguos pobladores y de un sinfín de batallas.

Ruta de los Castillos

Jaén, paraíso interior, sí. Pero un interior plagado de historias que, en una escapada prolongada y bien planificada, tiene en la Ruta de los Castillos y Batallas jiennense un magnífico reclamo que va de norte a sur, desde Santa Elena hasta Alcalá la Real, pasando por Bailén, Andújar, Lopera... y con parajes naturales de enorme belleza, como el Castillo de Giribaile, en Vilches. Los restos de la fortificación del asentamiento, que tiene pasado íbero, se confunden con la vegetación, y nos permiten contemplar la incomparable hermosura de las ruinas.

La Tiná de Atrás

Quizá les pase a quienes visiten Santiago-Pontones, municipio al que pertenece la aldea de El Cerezo, que guarden la sensación de estar más en Castilla que en Andalucía. Pero no, estamos en plena Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, donde se halla este poblado de montaña y un alojamiento muy especial, la Casa Alkaras. Javier y Jordi son los anfitriones de un hospedaje rural que fue, en tiempos, lo que los lugareños denominan tinada, o estancia para los animales.

Aquí estamos, a 1.400 metros de altura, envueltos en un acogedor refugio que forma parte de las vetustas aldeas. La calidez del hogar, las luces de la serranía, el cordero segureño (patrimonio gastronómico local, exquisito)... muchos son los encantos y pocos los días que podamos permitirnos de descanso, probablemente. La solución está en regresar.

Visitando la señorial Úbeda

Un antiguo edificio del Siglo de las Luces fue revivido como hotel. Nueve Leyendas, cuyo refinamiento y romanticismo invitan a una escapada romántica como mínimo, ofrece hospitalidad y un descanso calmado. Aunque tratándose de la ciudad de los cerros, resulte imposible renunciar a conocer su grandeza patrimonial, reconocida por la UNESCO (Úbeda y Baeza, en conjunto).

Cada habitación nos introduce en una leyenda distinta. Algunas terribles, como la de la mujer emparedada de la Casa de las Torres, otras curiosas (la de La Monja Varón); o vinculadas con el origen de la ciudad (Los Doce Leones). Quién sabe, igual aprovecháis para escribir la vuestra propia: que empiece por “chico conoce a chico”, o “chica conoce a chica”, por ejemplo.

Mentesa Bastia

Con ese nombre se conocía a La Guardia de Jaén en la Antigüedad. Así se llama, también, una de esas magníficas casas rurales que solo podemos encontrar en la provincia jiennense. Que no falte la chimenea ni el aceite de oliva. Ni los paisajes, puesto que estamos a un suspiro de Sierra Mágina. Para quienes quieran desconectar, no cabe duda de que la Casa Mentesa es una gran opción.