Curiosidad, vinicultura, amor por lo orgánico… se funden en una ruta que abarca toda Andalucía y que nos conduce hacia casas bodegueras comprometidas con la sostenibilidad.
Un itinerario que, entre Granada y Almería, goza de particular estimación. Pareciera que el entorno de Sierra Nevada y la Sierra de Gádor, en sus serenas alturas, sea especialmente propicio para la elaboración de los denominados "vinos verdes”. Las viñas ecológicas proliferan por estas tierras, pero no solo aquí. Si cogemos el coche y trazamos un mapa, hallaremos un buen puñado de bodegas que obtienen sus caldos a partir de los tratamientos ecológicos en la viña.
Eco-Bodega Cortijo El Cura (Laujar de Andarax, Almería)
Estos viticultores almerienses entienden que, dentro de los tipos de turismo sostenible, la agricultura ecológica tiene mucho que decir. La familia Sánchez Vizcaíno abrió las puertas de su bodega en Laujar de Andarax en 1998, y actualmente es un referente en el mundo del vino ecológico. Su delicioso desayuno, servido con productos de la tierra, es un excelente reclamo para ascender hasta sus terrenos, elevados a casi 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar. También nos dan la oportunidad de presenciar la vendimia, para conocer el proceso de cerca. "No es un vino más, es algo más que un vino”, aseguran.

Bodega Cauzón (Graena, Granada)
Además de descubrirnos sus vinos naturales, esta bodega granadina plantea, nada menos, que una ruta cicloturista guiada desde Granada hasta sus instalaciones, en Graena. Después de cuatro horas de pedaleo, desde luego, no nos faltará apetito para saborear la comida local, regada con los "vinos de autor” (firmados, en este caso, por el viticultor Ramón Saavedra). Respetar los tiempos y no recurrir a atajos artificiales es la filosofía vinícola de esta casa.
Bodega Joaquín Fernández (Ronda, Málaga)
Joaquín Fernández se curtió en la tradición vitícola de Puente Genil -de donde es oriundo-, si bien fue la Serranía de Ronda la que le atrapó. La Finca Los Frutales, flanqueada por la Sierra de las Nieves y la Sierra de Grazalema, le ha servido, desde entonces, de tierra madre para parir unos vinos ecológicos a base de uva Merlot, Syrah, Cabernet, Sauvignon y Garnacha. Lo mejor de visitar estos viñedos es que ¡podemos hacerlo a caballo! Disponen, además, de una casa rural en plena finca y pegadita a la bodega. Menudas noches se deben de pasar allí...

Bodegas Ecológicas Robles (Montilla, Córdoba)
Montilla es casi sinónimo de vino. Su Denominación de Origen Montilla-Moriles habla por sí sola. Los vinos ecológicos de esta casa siguen el envejecimiento natural, deudor de la tradición familiar. Piedra Luenga es el nombre de un vino que, dicen sus promotores, está asentado en los principios del respeto al entorno que sus padres y abuelos les enseñaron. Nos muestran sus viñedos ecológicos, previa reserva de la visita en grupos de 10 personas, e incluyendo el programa "Sigue tu cepa” (de amadrinamiento de las viñas), el conocimiento de la crianza biológica bajo velo de flor, y, por supuesto, la cata.
Colonias de Galeón (Cazalla de la Sierra, Sevilla)
Elena Viguera, de pasado filológico, ha levantado junto a su pareja, Julián Navarro, esta exitosa y premiada bodega en la Sierra Norte sevillana, en concreto en la población de Cazalla de la Sierra. Los productos ecológicos no eran tan populares en los años noventa, pero ella pensó que tanta química sobraba. Sus vinos ecológicos viajan del huerto a la mesa con la menor intervención posible. ¡Urge probarlos!